Inaugurado a finales de 2017, el Musée des Pêcheries de Fécamp (Región de Normandia) propone al visitante un recorrido por el universo de esos hombres que durante siglos arriesgaron sus vidas en la pesca del bacalao en las gélidas costas de Terra-Nova (actual Canadá).
La visita empieza en el último piso del museo, un espectacular mirador de 360º con vistas al puerto, al municipio y al mar, ese océano que -según dicen los lugareños- pone los vellos de punta cuando arrecia el temporal.
Tras las vistas, entramos de lleno en materia. En las salas principales de este museo luce una rica colección de bellas artes, óleos y esculturas con una temática común: la dureza de la vida de los pescadores de Terra-Nova y la admiración por esas personas que arriesgaban sus vidas por mantener a sus familias.
Pero el museo no es solo cuadros y obras de arte. Una gran parte del espacio está dedicado a exhibir objetos más cotidianos, reliquias de un día a día que ya no existe y que los descendientes de estos hombres se afanan por conservar con la esperanza de que nunca nadie olvide su esfuerzo. Así, paseando por las estancias del museo podremos adentrarnos en un universo herramientas de trabajo, redes, instrumentos de navegación y reproducciones de barcos que buscan acercar al visitante la vida en alta mar. Pero también hay lugar para colecciones mucho más intimistas y personales, como los vestidos tradicionales de las mujeres normandas o esa recopilación de testimonios de las mujeres que quedaban en tierra, en los que se evidencia su preocupación y su estado constante de espera.
En definitiva, el Musée des Pêcheries de Fécamp es un lugar de visita obligada si estás por la región y quieres indagar en las raíces del pueblo normando, estrechamente vinculado al mar. Pero para los lugareños es también un espacio necesario, dedicado a mantener vivo el recuerdo de todos esos padres, maridos y hermanos que dejaban durante meses sus casas para ganarse la vida en las gélidas aguas de Terra Nova.