A lo largo de las temporadas y de los eventos, Alsacia es sorprendente, golosa, alegre, cultural, natural, siempre atractiva. Es el más pequeño territorio de Francia y vibra al ritmo de un abanico de emociones.
La Navidad en Alsacia: 120 mercados en más de 70 pueblos proponene descubrir la gastronomía y la artesanía local en un ambiente encantador.
El castillo de Haut Koenigsbourg: es uno de los monumentos más visitados de Francia. Ocupaba una posición estratégica cuando fue construido en el siglo 12 para vigilar las rutas del vino y del trigo al norte y la de la plata y de la sal al oeste.
La Cigüeña: símbolo de fertilidad en las creencias populares de Alsacia, la cigüeña es un pájaro de buena suerte. Basta con levantar la cabeza para verlas, en los techos de las casas o iglesias.
La ruta de los Vinos de Alsacia: recorre amorosamente más de 170 km, del norte al sur de la región pasando por más de 70 pueblos y casi 400 cavas y propiedades.
El albergue de Ill en Illhauesern – templo de la gastronomía alsaciana con sus 3 estrellas Michelin desde hace 60 años.
El museo Würth en Erstein: 800 metros cuadrados de obras maestras del expresionismo alemán y del Surrealismo, importantes conjuntos de la abstracción geométrica y de la pintura neofigurativa de los años 80.
Lalique: el museo nació en Wingen-sur-Moder, a unos pasos de la fábrica. Transporta a los visitantes en un paseo fantástico al descubrimiento del genio del vidrio y el cristal.
Thierry Mulhaupt, artista pastelero desde 1991 en Estrasburgo y Colmar, sorprende tanto el paladar como los ojos.
El ecomuseo de Alsacia es un verdadero museo viviente. Reúne, en más de 20 hectáreas, 70 edificios originales con “colombages” o entramados, representativos de una época, una tradición o de técnicas de construcción.
La Cour du Corbeau – Hotel 4* ubicado en el corazón de Estrasburgo. Es uno de los más hermosos conjuntos arquitectónicos del Renacimiento alsaciano.